sábado, 15 de mayo de 2021

Travesuras.

Todavía vive en mí ese niño travieso
Con los pantalones rotos y las manos sucias.
Que juega en el suelo de los rincones 
A los magos y a las brujas.
Espontáneo y sin invitación aparece
Entre las sombras del dia
Contemplando desde su luminaria.
Lejos como la risa de la niñez.
Todavía sigue en mi interior el niño
Indefenso e impertinente.
El infante colorido
Que corre entre los policromos de los jardines.
Soltando grillos blancos bajo la tierra o sobre el agua.
Libre de culpa por las transgresiones. 
Pugna en mi interior la infancia solitaria y triste
Airado por la frustración de las indecisiones.
sonríe hipócritamente ante el apretón de sus mejillas
Avisando de su escapada para rasparce las rodillas.
Impasible por sus fechorías 
A la merced de la liendre inminente

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