viernes, 17 de diciembre de 2021

Costuras

Ondas finas y gruesas que se forman al caer sus lágrimas al agua.
llanto de un hombre que se levanta siendo un niño.
Rendido ante el océano.
Lleno de furia que se descarga.

Se arrastra 
Reptando por lo que eran las rejas de su guarida
Emerge de adentro hacía afuera.

Es como aterriza
Sobre ruidos que rozan los ríos.
Hilando el espacio entre las costuras sin agujeros.
Que se abren y cierran como los ojos heridos.
Las direcciones sin sentido

Ángulos sin esquinas
Con miradas bien abiertas y en línea
Dentro y fuera de las aristas
Como las notas del requiem de Mozart.
Certeza de un golpe de teclas
Que gritan al compositor.

A un lado de las copas rotas
De las cuales solo llevan el sabor del filo.
Libre en la lengua adormecida.
Por el contacto de la libertad del vino.

Verdades únicas
Que nunca serán el ungüento para el delirio.

sábado, 4 de diciembre de 2021

Ciclón

Vapor de la llovizna, al descubierto
Sobre mi espalda polvo de avenida larga.
Por un soplido del bosque
Corazón de lluvia evaporada.
En la llanura nevada.
Luz infinita , llanto violeta en la vereda inundada.
Consiente la vida se ahoga
Minutos antes del amanecer

Revienta la cola del cometa, chorrea su luz
Que moja las estrellas de fuego
El infinito astro se desangra
Era de la divinidad
Las piedras que se elevan a su constelación.
La luna es refugio
Centro del tiempo y la distancia
La vida y el sueño
De la mano agotan su verano.

viernes, 3 de diciembre de 2021

Levantaste el vuelo.

La tierra parió toda la vida
Los árboles flotantes y los colores vencidos.
Renació el vendaval de la luz
Los dioses de fuego emergen
Y los hombres despiertan en las ruinas

Tu también paríste en la noche
Sereno dolor que se reencuentra
La marea inquieta del ruido.
Los pesados años de lluvia
Valiente el masticar tu sombra en los reflejos

Te fuiste del crepúsculo restaurada
Recibiendo las piedras recubiertas
Anochecer del papiro y aterrizaje del día.

El agua removió y cambio las escrituras.


El país de los ricos.

El trovador es como el rey midas
Si no es el oro es el hambre
Lo que marca su camino
Solo se interesa por la respuesta de la urbe
Sin luna o con luna, las fronteras no son nada.
Invierno sólido en el panfleto
El todo se refugia en los halos de la noche.

¿Existe algo dentro de sus motivos?
¿Será que es su falso padre?
Cielos o montañas,
Los pájaros lo ignoran
Carnaval de ojos silenciosos.

Así fue que me rendí ante ella
En un puerto con aguas frías que era su figura.
Se ve lo negro de la tierra
Símbolos de desobediencia.
La partitura descubierta.

Con las copas en la mano.
Helena le recuerda y los ojos avanzan
En los versos sin sueños
Mapas perdidos en la suerte.

Todo es nada, las manos son oro.

jueves, 2 de diciembre de 2021

Aterrizaje

Entregaba el canto con agua incendiada.
Para entrar en la realidad que me empuja
En mi sangre la tempestad de las noches
Retenía la melodía como fotografías oxidadas.

Igual que las líneas de una montaña helada
El blanco de mis cuerdas que lloraban
En el portal de un sentimiento herido
La ráfaga húmeda de la poesía.

Vuelvo tras una tempestad de palabras
Para tu equilibrio ofendido por el suelo
Cuando existen las aves de fuego y cristales

Aunque hojas y plumas sean dientes
Como las mareas y las costas boreales
Gritan con el ruido y la ternura
Versos que busco y no encuentro
Palabras inquietas 
Sin ser, sin estar , desaparecidas.

A ras del suelo
Nunca llego ni estoy
Hasta el mar eléctrico de tus labios.

Torre de sal

Sueñas con el blanco
Montañas liquidas

Claridad oscura y volátil
En una noche
Encima de las hojas.

Caricia del viento a la sombra
Gotas de cristal

Llora el bosque en la ventana
El fuego impregnado
Noche, tambor y silbido.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

En el hogar de tus pasos.

Desde allá
En el más acá
Lejos de el tiempo y el espacio.
Entre la ruta más pura
En la vereda de los caminos entrelazados

Te vas y vuelves 
De allá y de acá.
Tus manos revuelven las aguas
Y tus pies pisotean el mundo
Quebrando los puntos cardinales.
Cambiando las formas del rumbo.

El fuego del mundo.

Solo vez tu propia luz
Aún si una sombra te nombra
Pues la sombra acaricia a la luz
Miras a quien la ve
Rodeada de gente bajo lo iluminado
Hablando de la palidez
Apago a la oscuridad de la luna contaminada
Tierra de la multitud dormida.


Bullicio.

Con los ojos inmóviles
Halcón o águila
En la boca un eterno va y ven de sabores
Acusa a un espeso sentimiento

La sombra es castigada por los insectos.
Repelente visaje de lo tangible
Soplas a un más acá sin destino
Abierto el perfume de la luz
El salado néctar bullicioso hunde
El calor de tu piel al intemperie  
Despierta al desierto y a la espina de fuego
Ignorando que el odio es un sentimiento vivo
Numerología de la carne muerta.

El sueño


Esa silueta de luz
Me mira cuando duermo
Habla del ruido
Sonido de mi muerte
En mi alma la siento
Cuando las letras silban
Le contesto todo
Y su pregunta es la muerte
Huellas de sonidos
Resbalan por su espalda rugosa
Enredadas en mi pelo
Escalo el borde de su nube
Exhalo todo?
Levantándola del suelo
Sueño que caigo en su vacío
Y en la caída digo su nombre.


Junto al nicho.

Mujer que nunca estás sola
Imaginas el fin de las guerras en el calendario.
En un rincón de la escalera
La luz dibuja su geometría.
Avanzan las sombras
Cuando las cosas se convierten en recuerdos.
Ignoras los ruidos de la calle
En la punta de tus dedos despunta el alba
Cuando la noche se convierte en día
Y en el bosque un perdido 
Busca sentirse vivo.