jueves, 18 de marzo de 2021

Política.

En la cámara alta de solemne arquitectura.
La lengua del beato se afila.
Estampa su ira en la dualidad de su quimera.
Y sus atiborrados jueces dignifican la
fe en sus impolutas sotanas.

La verdad cae de rodillas.
amordazada proyecta una sombra blanca en la memoria.
Sin nadie para defenderla
Sin nadie para liberarla.

Esas mujeres y hombres que 
Representan a las mayorías.
Mantienen un pulso con la soberanía.
Tienen las palmas manchadas pero
respiran por la superficie del mundo.
Y lo hacen a toda velocidad.

El palacio los recibe bajo las garras de dos leónes que controlan el mundo.
Símbolo de poder y de orgullo.
Pero: ¿quién dignifica semejante verdad?
Cuanto tiempo ha de expandirse 
Para representarse al fin como elegidos.

¿Quién abrirá la celdas para liberar el resplandor de la justicia y el bienestar social?
¿Quién hablará del futuro?

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