sábado, 20 de febrero de 2021

Mañana piensa en mí.

A los veintisiete años 
Al sol de un otoño en un barrio perdido
En mi trayectoria un hijo me alcanza
Sobre mis hombros miro de reojo.
Es su nombre sonido del tiempo en mi bendición.
Es su suerte un destino desierto en su dirección
Un coro vivo que canta al compás de su gloria.
Un aullido simple por la canonización
Sentido de mi trasgresión.
Sentido de mi excomunión.

Debería entender
Qué el pasado no importa y que siempre le esperaré
Pues en el momento de medir la memoria en la balanza mortal del equilibrio
En la cordura de encontrarme a mí mismo.
Agotando el valor y el cinismo 
Me vuelvo a querer
Y te vuelvo a perder.

No me arrepiento de contar mi historia
Ni un solo lamento a mi alma tortura
Pero si he querido hacer memoria al contar
En el que un día te deje perdido
Y me amaste a pesar del deliro
Llevandome en otra dirección
Rescatando el amor del futuro en tu dimensión.

Solo quiero pedir al guardián del camino
Qué me mantenga vivo para estar contigo
Y asi verte llegar vestido de orgullo.
Con mis derrotas volver al destino
Para que tus hijos sientan lo mismo
Alejando la razón del destino que
Muere sobre su mantel

En el papel ancestral del optimismo.
Qué no quiere ver
Qué no puede entender.

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