martes, 23 de febrero de 2021

Sin cura.

La misma enfermedad busca cura.
Incontrolada y en desmesura se sienta impaciente en su sala de espera.
Como si se tratara de un niño perdido

Se mantiene indiscreta saltando en los pálidos pasillos de los hospitales.
Pero eso a la gente le es indiferente
No hay quien aguante a una enfermedad tan triste.
que se desprende de un vendaval inminente.

Busca adorar al viejo ídolo
Desgarrar el blanco de sus vestiduras y las túnicas de su refugio.
Convirtiéndose en hogera de su templo.

Observando el cenote de los sacrificios en un ojo de agua que le devuelve la mirada
Poco a poco va apagando su galope
Cómo una montaña herida en el norte
Muriendo bajo su suelo desde la entraña.

Al atardecer cuando los perros ladran
Sale a pasear su madrugada
Para entender como la tormenta escampa.
Para morir con el aroma de su primer nacimiento.
Cómo un grano de arena entre tanto mar.
Como el bastón de diamante de un ciego.
Como un recuerdo de muerte
Qué se llevo nuestra primavera.


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